martes, 7 de octubre de 2008

Vestigios de la libertad y el hombre.

No todos los días termina una era de cincuenta años. Fidel Castro hoy se retira en silencio después del estruendo y solemnidad con la que inició. Fueron muchas batallas las que el peleó solo y acompañado teniendo unos ideales intactos y puros que después se le fueron cayendo con el tiempo. Usted Fidel logró que el socialismo en Cuba fuera la columna vertebral de ésta Latinoamérica sometida a base de sangre y fuego al capitalismo bárbaro que las bestias norteamericanos implementaron con el pretexto de meter el poder en unas cuantas personas y no en todo el pueblo. Los socialistas como usted Fidel son responsables del destino de su patria y de su gente. Con tu carácter inflexible, lucido, displicente algunas veces, con tu perdurable barba que mostraba los vestigios de tus luchas interminables donde alcanzaste tu libertad, con esa demogajia intermitente y con tu corazón de Caribe marcaste una era y conseguiste que el mundo volteara a ver a una isla que se encontraba en la desolación, en el abandono, apartada del derecho digno de vivir y echada a la buena de Dios.
Usted señor, caballero Fidel no soportó que su pueblo fuera maltratado, vio con nostalgia que sus hombres eran explotados sin conmiseración alguna, no soportó que su historia fuera ultrajada, que las tradiciones de esa isla a la que usted tanto ama sirviera del entretenimiento turbio de los foráneos y que sus mujeres, aquellas hembras Caribeñas de fabula fueran artefactos del placer.
El camino a la liberación de Cuba no lo hizo usted solo, se le unieron otros hombres ilustres que se arriesgaron a la liberación de una isla condenada a ser libre en el exilio. Junto al che Guevara, Camilo Cienfuegos, Humberto Matos y Raúl Castro forjaron los cimientos pulcros de una patria sublime y disímil.
Hoy anunciaron que te retiras, lo aun dicho los noticieros, los rotativos, pero yo no les creo nada. Lo único que has hecho como padre de tu patria es que tu bebé aprenda a caminar por si mismo. Usted Fidel quédese echado en su hamaca, fumando sus puros, tomando esos mojitos cubanos y comiendo caña todo el día observando el majestuoso Caribe que rodea tu isla. Yo se que nadie te ha vencido, nadie lo hará. Porque tú sobreviste a la caída del muro de Berlín, al nuevo siglo, a los mas de seiscientos treinta intentos de los Estados Unidos por matarte y a tus propios discursos que duraban mas de tres horas y que el pueblo entusiasmado lo escuchaba. No te pongas triste por dejar el mando de tu isla, porque nadie, ni un ser humano pudieron vencerte, sólo lo hizo el tiempo.

F.R.H

No hay comentarios: