viernes, 31 de diciembre de 2010

Vagabundear.

Mucho he aprendido en este trajinar que es la vida, de las aventuras y travesuras que para la mala fortuna mía se van haciendo cada vez más pocas y exageradamente escasas. El encanto de dejar atrás algunos vicios y mandatos de una vida de Peter Pan cosamaloapeño ha sido para el mi una retirada resignada que ya no da tregua alguna. Sin embargo aun sigo contento con este despliegue de moral insolente que no tiene escalafón ni final alguno, y que le falta el respeto a la razón y a mis amigos de las farras. Herido sin remache y sin cigarro en mano no me da más que sentir nostalgia por los días que fueron, y ver pasar sin emoción y rencorosamente el vaivén del humo que exhalan mis amigos, las putas, los taxistas, los chulos, el sapo, y hasta el viejito que se ve tan bien fumando.
Uno va evolucionando ciertamente, y más cuando aprendes a sobrevivir y emprender esos viajes austeros y llenos de aventuras que te dan la pausa sincera para recordar tu casa, tu madre, la comida, el colchón de tu cama y hasta la buganvilia que se planta enfrente de mi casa y se seca y reverdece. Gracias a la vida he conocido el fruto del cerebro humano tanta veces como pocas para razonar bien quien soy y quienes me ven, para mostrarme mas como lo que soy, para pisar y fraguar el día, fingir no conocer lo que ya se, besar y amar con un corazón y un alma, y sobre todo este destino de escritor soñador y peligroso que nació un buen día de septiembre y que para suerte de todos no resulto mudo como muchas pensaba, sin embargo si fue el loco que todos apostaron y que hasta el sol de hoy no cambia pues su destino esta ahí, presente y singular, vagabundo y febril.
Ahí quedaron los 365 días y las 500 noches de mi vida en este año donde mas desidioso y solemne sigo encontrando mi mundo en la hoja en blanco donde invito, sueño, donde soy un Sherlock Holmes, otro mas de los Buendía, y algún laberinto de Borges y un dragón de Camín. Y sobre todo un amante que vuelve siempre a pensar en aquella señorita que siempre mira tras cerras sus ojos.
Busco siempre entre todo el pan, el amor, la felicidad y los amigos. Con todo esto uno puede volverse inmensamente feliz, así con todos sus condenados futuros y alegría postergada a una eternidad que viene en ciclos menstruales.
Hablar del amor me resulta meramente asunto de las autopistas, o salitas de esperas de una estación, y es que para mi en particular aprendí a vivir entre esos menesteres que catapultaban mi amor hacia lugares insospechados. Yo que gracias a ti me descubrir un amante clandestino, un enamorado dando serenatas, y chulo pasional de ricos probadores, un Romeo del nuevo siglo.
Faltarían horas y muchas palabras para que yo agradeciera a tantos y tantas personas que me hicieron crecer a lo largo de este año, por eso solo pondré puntos suspensivos por que la tarea del futuro es continuar la travesía:

Francisco Rico Hernandez.

sábado, 18 de diciembre de 2010

Diciembre.

Diciembre, luces, risas, pirotecnia, amistades, frío, comida, regalos,deudas,
trabajo, besos, duendes, Harry Potter, suegras, dulces, amor, piñatas, viejos, tequila, tias bailando,familia, desilucion, borrachos,abrazos...
Que raro es este mes de Diciembre...

martes, 7 de diciembre de 2010

Mientras tanto.

Quien dice que desmerezco el verso
Lánguido de tu boca,
Si a altas horas de la noche es el acabose
Del deseo, tú sombra que apacigua mis sentidos.
Mas vale pensar que muero por ti,
Que son los arcángeles de los números rojos
Que encienden los finales.
Mientras tanto no hay ruido que no acompleje,
Ni verso que te penetre y te ponga en cinta,
Ni besos que te maten, ni epidemia de mí
Que encuentre camino en la resurrección de tu ser.

Febrero del 2010.

Francisco Rico Hernandez.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Es Mentira.

Es Mentira que sepan lo que quiero, es mentira que no tenga ambiciones, es mentira que me crezca la nariz, es mentira que no tenga enemigos, es mentira que no te haya mentido, es mentira que sea un caballero cuando nadie me ve, es mentira que me aleje de ti




Francisco Rico Hernández.