jueves, 30 de octubre de 2008

Delirium TrEMENS

Y ya que me preguntas te diré Que se lo que es tener Catorce 14 años y estar muerto, lobo de mar anclado en la ciudad Cansado de olvidar una mujer en cada puerto. Impúdico animal sin pedigrí adicto al elixir del corazón de las botellas, misógino aprendiz de seductor que canta rock and roll para exigir a las estrellas.Ojos que aprendan a mirar, labios que quemen, sabios que enseñen a besar, delirium tremens. Hijos de la necesidad, lluvia de semen, maltrátame por caridad, delirium tremens. Y ya que insistes déjame añadir que se lo que es dormir desnudo, en cama y esposado, a la intemperie de la multitud clavado en un a cruzcon un ladrón a cada lado. Viajando del jamás al que se yo como un Indiana Jones por los suburbios de la luna, conserje de la Torre de babel rapsoda de burdel que busca en todas y en ninguna. Ojos que aprendan a mirar, labios que quemen, sabios que enseñen a besar, delirium tremens. Maltrátame por caridad, Lluvia de semen,¿En que otros brazos hallarasdelirium tremens? Telarañas en la ropa, tigres en el balcón, alacranes en la bocaMiedo en el corazón. Maldito seas, Satanás, quítate el antifaz,En ese espejo no cabemos los dos. Ya me se todos los cuentos, rechace los sacramentos, renegué del Viejo Bob. Vague por cientos de ciudades, Me conocen el los bares,Pero no saben quién soy.Hay un palacio en el infierno construido sobre el fuegoDonde reina el reyDe los que temen. Cae rodando un niño Por las escaleras del delirium tremens.
j.S

miércoles, 29 de octubre de 2008

Nota de un dia feliz.


Uno nunca sabe cuando puede llegar hacer feliz.

Muchas veces he escuchado y visto que la mayoría de los niños ponen sus buenas notas en la puerta del refrijerador, es como un ejersicio que eleva claramente el ego del individuo.
Por su parte los abogados tienen sus diplomas colgados en la pared, los artistas tienen sus reconocimientos, los atletas tienen medallas, los actores un Oscar, los boxeadores tienen cinturones, los futbolistas trofeos, los escritores el premio Noble. Los secuestradores sus recompensas, los caballeros sus doncellas, el trabajador sus vacaciones, el curo su iglesia llena, el cenicero cigarros, la puta clientes, el tímido sus nervios, el mentiroso un idiota que lo llame sincero, y la guerra tiene paz.
Cada uno obtiene algo de la vida, y espero que usted no lo vea con una ambición, --digame algo lector -- ¿ A poco se puede jugar un juego donde todos seamos malos, o anda dar sin caer, o vivir sin consecuencias?? verdad que no .... eso me suena tan gris y simple como ver en las películas que los buenos siempre ganan. Yo por eso no me entrego aun a la melancolía, este pez flaco le da de comer a la ironía, ya saben si un día me tocan la razón;me pintaran en rojo.
Por eso hoy no les voy a presumir de mis reconocimiento y malas notas en la escuela.
hoy solo quiero dejar esta Nota para una gran mujer:
Nota Un Dia feliz: " Gracias por haberme demostrado lo hermosa que es junto a ti la vida exactamente hace un mes, hoy no existe nada que me apage mi instinto de quererte tanto"
atte; yo. " M. la mujer mas guapa que cualquiera".

viernes, 24 de octubre de 2008

Diario de un peaton.

En la madrugada con un frío del carajo me despedí de mi madre, subí al taxi que puntualmente había llegado a la hora que se pactó 5:40am, alcancé a decirle a mi madre antes de marcharme <<>> Ella me miró y cruzada de brazos me lanzó un gesto de complicidad.
Mientras el taxi discurría por el pueblo observé las calles vacías y una madrugada que ostentaba para los rumberos el regocijo extraordinario de la noche anterior del antro, cuando llegamos a la zona céntrica vislumbré a un par de tipos que se habían divertido mas de lo debido, uno de ello se detuvo a vomitar; descargando los excesos de la fiesta.
— Mierda, esos podríamos ser mis amigos y yo — pensé desilusionado—.
El taxista tuvo la buena idea de no hacerme plática, éste señor canoso y de espalda ancha se apresuró a poner en su estero una canción optimista de Diego Torres que decía más o menos así Es mejor perderse que nunca embargar, mejor intentar que dejar de intentar/ color esperanza. Cuando llegamos a la estación de autobuses creo que hasta el panteón era más divertido que la misma, tuve las ganas de fumar, pero recordé que una cajetilla de cigarros comprada en una estación de autobuses era un gran pecado a la economía. En la ventanilla pedí el asiento número 9 que según la astrología china es mi número de vida y de buena suerte. El viaje demoró más de lo que había pronosticado, los intermitentes ronquidos de mi vecino de viaje mermaron mi sueño, pero gracias a eso observé el amanecer majestuoso en el puente de Alvarado en donde los rayos del sol se acostaban sobre el mar. También escuché en aquel viaje casi toda la vida de una anciana que nació en 1925 y que evocó en una tertulia viajera todos sus recuerdos hasta el año 2008.
Después de tres horas llegamos a la ciudad de Xalapa, había emprendido el viaje para asistir a la Feria Internacional del Libro Universitario que se organizó en esa ciudad. Creo que asistí por pura coincidencia y tentativas del destino, fragué el viaje con dos semanas de anticipación y, según yo y mi amigo seria un viaje de placer, de excesos y de libros. Pero el muy cabrón no ahorró el dinero pertinente, y por eso después tuvimos la idea sensata de irnos mejor a Orizaba, yo llevaría las llaves de la casa de mi abuela, la cual estaba desocupada y acta para dar asilo a un par de canallas buscadores de fiesta y mujeres. Luego recibimos la invitación de Carlos, un cronista amigo que nos pedía que lo acompañáramos a Tuxpan al congreso crónico de ese mes, tenia la certidumbre que nada cultural nos esperaba allá, eso si, como cuatro botellas de brandy, y una de tequila y como seis cajetillas de cigarro y un puto desvelo de lujo. Nos tentó por completo la esa idea de excesos. Eso era lo mejor. Pero el destino hizo gala de presencia y tres días después recibí un e-mail de Carlos diciéndome que se cancelaría el congreso y por su parte César me dijo que tendría gastos inesperados y no viajaría conmigo a ninguno de los lugares puestos al menú de las aventuras. Como uno nunca sabe adonde va a parar decidí mejor mandar al carajo a ambos y me embarqué en el primer carro rumbo a Xalapa, solo, eso si, pero con el milagro de no tener un futuro realizado.

Al llegar a CAXA para que el cansancio fuera mermado y el sueño desapareciera me tomé una taza de café ideal para despabilar al cuerpo y mente. Sentado en la cafetería observé en el reloj digital que colgaba del techo que eran las 9:40am y sentía que tenía el tiempo para hacer de todo. Estábamos pocos en la cafetería, a mi derecha un especie de Hippie estaba bien acompañado por una rubia fea, y enfrente de mi estaba una anciana junto a su nieta, ella si era linda, no pasaba de los diecisiete años, tenia las mejillas rosadas y una valeriana en la cabeza, unos convers cuadriculados rosas, y estaba entretenida degustando su helado hasta la ultima gota del mismo. Yo ordené un sandwich y al instante recordé que tenía el dinero contado y tenía que adminístralo de la mejor manera. Después procuré que la chica de enfrente me mirara y así lo conseguí, la miré el tiempo disponible y ella no supo que hacer, noté su nerviosismo. Su abuela decidió ir por su desayuno, dejando en ese acto de locomoción el espacio intacto y bien desocupado para que yo, el peor Latín Lover del barrio, entrara a ocupar una plaza en el paraíso junto a ella. Pero no lo hice, sólo acerqué mi imaginación pero no mi cuerpo. Su abuela regresó, pagó la cuenta, se pararon y se fueron perdiéndose entre la multitud.
A continuación salí de la estación y pasé por una plaza en donde vendía una cantidad de libros, que si yo hubiera tenido el dinero suficiente me hubiera comprado uno. Abordé un taxi que me llevó al Museo del Transporte, cuando observé el recinto quedé deslumbrado, yo sabia que en ese lugar encontraría lo que tanto había buscado.
Bajé las escaleras de la entrada principal y caminé por el pasillo mirando a mis alrededores; divisé el cartelón del FILU que colgaba de un póster y que mostraba a Carlos Fuentes, Octavio Paz, Emilio Carballido, Prof. Gonzalo Aguirre Beltrán y ha Dagoberto Guillaumin. En esa mañana del 20 de septiembre había pisado por primera vez el Museo del Transporte, el sol alumbraba al inmueble y el frío esperado en la ciudad fue opacado por los cambios intempestivos del clima. Yo un fulano recién desempacado de la cuenca del Papaloapan, tenía las más grandes convicciones de lograr encontrar una editorial que me diera la oportunidad de mostrarle mi trabajo literario, sabía que también que el lugar estaría lleno de libros, escritores y de casas editoriales.
Al entrar una señora me dio un par de boletos disque para que participara en una rifa que organizaba el evento, después me dirigí inmediatamente hacia la exposición de Emilio Carballido e hice en menos de cinco minutos una columna para el periódico donde trabajaba, al girarme hacia la derecha vislumbré a una rubia insultantemente bella que saludaba con delicadeza a los tipos con los cuales ella compartía una tertulia.
— Que carajos, una así y me caso, pensé.
Saqué de mi mochila trotamundos el programa del evento y me enteré que en el salón 1 se exponía La mesa redonda de Literatura y los Blogs que fue presentada por Pedro Ángel Paulo, Sandro Cohen, Patricia Souza, Magda Díaz y Morales y Marco Tulio Aguilera. Los expositores debatían acerca de esta evolución del blogs en el Internet y las consecuencias a futuro que tendría el libro en esta blogosfera. Así con las melancolías y preocupaciones de un pasado tan añejo Sandro Cohen se refirió al cambio tan brutal que ha puesto en jaque al mundo tan nítido para convertirlo en una masa de prisas, miedos, inseguridad, de tarjetas de crédito, de ropa cara y de desaventuras que la misma utopia ha implantado en esta sociedad sin consuelo. La peruana Patricia Souza se inclinó por los nuevos métodos de escritura, los blogs. Por su parte la gentiliza y amabilidad de Magda Díaz y Morales cautivo a los espectadores, ella era una anciana que de igual forma estaba envuelta en las sábanas inmaculadas de la literatura. Pedro Ángel Palou, poblano irreverente y erudito en el arte del mundo de la hoja en blanco acaparó más la atención de los periodistas, también bromeó con el publico y dijo que en Guadalajara las aulas son muy concurridas, pero nadie se acerca al escritor con un libro del autor bajo el brazos, piden autógrafos pero en hojas, y toman fotos, si ni quiera saber de que carajos trata el libro.
Mientras los expositores daban sus charlas, caí en la cuenta que mi madre tenia mucha razón, debí de haberme vestido mas formal de lo que se suponía, ya que me había plantado en aquel sitio con un pantalón de mezclilla azul sutilmente deslavado a consecuencia de lo viejo que se estaba poniendo, llevaba puesto una camisa cómoda y un abrigo ligero, y unos zapatos negros prestados muy de moda por esas fechas, y mi cabello crespo estaba peinado a voluntad del viento, también tenia una mochila en la espalda, la cual guardaba mi libreta, un lapicero, y borradores de columnas que hacia cuando me sorprendían los encantos de un buen tema que me cautivaba. Total que mal vestido o no, debería de conseguir en ese salón una entrevista con algún escritor de aquella conferencia. Saqué de la mochila una pequeña libreta y una lapicero y mientras escuchaba de los cambios contundentes de la literatura en este nuevo siglo, vislumbré que en la primera fila se encontraba una chica que sin lugar a dudas era una reportera, llegué hasta ella y le susurré al oído — ¿Vas hacer una entrevista?, si, contestó. Total que me puse de acuerdo con ella para que al terminar ambos lográramos nuestro propósito de obtener una buena entrevista. Nunca había entrevistado a alguien, pero para verme seguro con mi colega mentí diciéndole que era un experto en esos menesteres.
De pronto noté que la rubia que hace un par de minutos me había cautivado en los pasillos del museo se encontraba establecida en la primera fila de la otra sección de las sillas. La miré por un instante, como reconociéndola, y continúen fraguando las preguntas que les tenia que hacer a los entrevistados.
— Alguien quiere dar su opinión o quiere hacer una pregunta — apuntaron los expositores —.
Sabía que este era el momento justo para lanzar mis preguntas.
— Yo tengo una — dijo la rubia de la primera fila con toda seguridad adelantándose a los demás, el joven que se encargaba del micrófono se dejó seducir por los encantos de ella y de inmediato le cedió la palabra.
— Las mujeres como esas de seguro no tienen nada en la cabeza, de que quiere hablar ¿De sus tarjetas de crédito? o de sus compras en Liverpool — pensé—.
Me equivoque. Aquella mujer de belleza eminente resultaba ser una inteligente Eva, habló con gran convicción acerca de los blogs y los cambios de la literatura en este nuevo siglo, y hasta dijo que ella escribía y tenía un Blogger en la Web, yo quedé sorprendido, y hasta me sentía un pendejo por adelantarme a los hechos, de juzgarla sin saber que era en realidad ella. Ni modo.
Después una brasileña que hablaba un español con tropiezos tomó el micrófono y así participaron más de tres personas y yo nunca me atreví a tomar la palabra. Cuando llegó el final del evento de La mesa redonda de Literatura y los Blogs, algunos espectadores buscaron la salida y otros se abalanzaron hacia los escritores, la chica periodista me lanzó una mirada que yo comprendí que era la señal clara de abordarlos, entonces tomé los recursos más inmemoriales del periodismo al coger mi libreta y mi lapicero. Debo de ser sincero y decir que sólo conseguí entrevistas con Pedro Ángel Paulo y Sandro Cohen, ya que Marco Tulio me mandó al carajo y prefirió las luces y tentativas de la televisión, a Magda y a Patricia las perdí de vista entre la muchedumbre.
Al salir de la conferencia me topé con un tipo que a leguas se veía que era dos años menor a mí, frustrado me dijo que era estudiante de periodismos en la U.V y sin miramientos agregó que los escritores son unos hijos de puta, no pude evitar soltar una carcajada, él estaba colérico por no le dieron la oportunidad de otórgale una entrevista, — Yo agregué, — A esos es mejor no hacerles caso. Él no me hizo caso y volvió a decir: — Es que son unos hijos de puta.
Me alejé de él y busqué una cafetería en donde me compré mi cajetilla de cigarros, después de concluir mi propósito discurrir por el pasillo principal y al final del mismo fui testigo de una galería de cuadros al óleo que se exponían, una gringa me pidió que le tomara una foto para el recuerdo y al terminar de efectuar mi favor, me dio las gracias en un ingles de primer mundo. Luego entré a un recinto donde estaban todas las editoriales y una gran cantidad de libros a la venta. Sentí en ese instante un gran fervor al observar aquellas obras magistrales de la literatura hispanoamericana, y también mundial. El primer libro que ojeé fue el de Sabines Yuria/Tarumba de Juan Rulfo El llano en llamas de Carlos Fuentes La región mas transparente de Mario Vargas Llosa Las travesuras de la niña mala, y Libertad bajo palabra del orgullo mexicano, Octavio Paz, el premio Nobel. Obras de Neruda, Borges, Emiliano Pérez Cruz, José Revueltas, Emilio Carballido y de Elena Poniatowska también ocupaban un lugar privilegiado en los Stans de las editoriales. De igual forma encontré libros de Kafka, Hemingway, Wiles y Shakespeare. Estaba maravillado en esos momentos, tanta literatura había ahí, que me que dolían los ojos. De pronto camino un poco más y me veo sorprendido por la ilustre y soberbia colección de las obras del señor Gabriel García Márquez. — ¡No mames, me cago, puta madre tienen toda la colección!—, dije al borde del delirio. Era un sentimiento casi orgásmico el que sentí cuando toqué, leí y olí sus libros, desde Las hojarascas hasta Memorias de mis putas tristes, todos.
Deambulé por los pasillos de todas las editoriales, al terminar mi primer recorrido me detuve en una entrada que daba con el pasillo principal del museo, justo ahí sin nada mas que hacer, contemplé de espaldas a la rubia que me había sorprendido con su manera tan sublime de hablar de la literatura. Vislumbré que llevaba un short negro elegante y medias del mismo color, una blusa azul que ostentaba su aura angelical y sus cabellos de azabaches eran de inmaculada y observé lo más importante: que estaba sola.
La abordé con las peores intenciones, mi único fin (Nunca supe porque) era búrlame de ella con respecto a mis suspicacias de saber si en realidad una mujer como ella escribía, utilizar mi sarcasmo. Con arrogancia impasible le pregunté:
— ¿A poco tú escribes?
Ella volteó hacia mí y con amabilidad y un tanto desconcertada dijo: — Si.
— ¿En verdad, no puedo imaginar que tú escribas?
— Por qué dices eso.
— Es que una mujer como usted, se me hace raro. Cuando la vi por primera vez no imaginé ni encontré un pretexto perfecto que me explicara porque una mujer con pinta de fresa y delicadeza estuviera en un evento literario, pero me sorprendió cuando tomó el micrófono y empezó hablar de esos menesteres sublimes. Se ve que eres inteligente y discúlpame por pensar eso de ti — le dije—.
— Ella sólo rió.
Comenzamos a parlarnos después de disipar los estereotipos mundanos que nos regala la primera impresión. Era una conversación amena, junto a ella percibí que su olor corporal desprendía un aroma diáfano a primaveras, mas de cerca observé sus ojos dulces y ligeros que eran otra expresión literal de la belleza. Llevaba también un sutil piercing sexymente colocado en la parte derecha de su nariz. Desprendíamos risas, y brevemente le conté del propósito de mi viaje y de las desaventuras que tendría a futuro en Xalapa ya que no contaba con mucho dinero y estaba solo en la ciudad. Igualmente le comenté que era un reportero lego y con miras hacer un gran escritor, ella atenta escuchaba, de pronto y no se porque, sacó de su bolsa de mano su tarjeta de presentación, misma que me mostraba que era ella una abogada y que su nombre era Eva.
— Cuando termines tu libro me puedes llamar y yo te ayudo a registrarlo.
— Ah me parece perfecto.
Tuve ganas de invitarla a fumar a fuera del lugar y a largar mas la plática, pero el fantasma de la timidez se me apareció y solamente le pedí su encendedor y encendí el cigarrillo, le dije que había sido un gusto en coincidir con ella, le estiré la mano, la miré y me despedí de Marisa.

Sentado a fuera del museo y viendo la fuente me entretenía del tedio fumando, uno tras otro. Ahí conocí a un tipo de Durango que tenia una boina francesa en la cabeza y unos dientes amarillos grandes, su barba y su cabello largo lo ostentaban como un guerrillero de la Sierra Maestra, conversé con él brevemente y después se marchó. A continuación coincidí con la escritora Magda Díaz y Morales que muy pasible fumaba sin prejuicio alguno.
— Somos hijos de la necesidad — le dije a la señora Díaz y Morales refiriéndome al cigarro —.
Ella amablemente sonrío y me pidió fuego, yo me apresuré a encenderle su cigarro con el mío, ya que carecía de un encendedor.
A fuera, en el exilio de la sociedad nos encontrábamos los fumadores fumándonos la manzana prohibida, ya que el gobierno aprobó la nueva ley acerca del cigarro y los lugares propicios para fumar. Sin darme cuenta me explayé con Magda en una conversación de literatura, minutos más tarde apareció la escritora peruana Patricia Souza acompañada de su esposo y ellos por igual se unieron a nuestra plática.
— Hay hijo mío, ya se que amas a García Márquez, pero para mi y para muchos el mejor escritor de América Latina es Juan Rulfo— me dijo—.
— Yo no dije nada, sólo me reí sutilmente.
— ¿Hoy le toca venir a Carlos Fuentes verdad? — preguntó Patricia—.
— Creo que si, que maravilla, él es un viejito muy guapo— agregó Magda—.
— Me comentaron que ayer que vino Poniatowska no muchos se alegraron, creo que fue Monsiváis el más aclamado — puntualizó el esposo de la peruana—.
— ¿Y este joven quien es? — Preguntó Patricia—.
— Es un joven talentoso y muy aventurero, imagínate se vino a Xalapa solo y con su futuro incierto, además es escritor y se llama Francisco Rico y es de… ¿De donde me dijiste que eras? — Me dijo Magda—.
— De Cosamaloapan.
— ¿Y como se titula tu libro? — preguntó el esposo de la peruana—.
— La casa de la abuela y sus cuatro generaciones perdidas, 14 cuentos a mi manera.
— Suena interesante, te deseo suerte — apuntó Magda—.
Para entonces cuatro cigarros habían perdido la vida en mis labios, Marco Tulio se estableció con nosotros y se quejó de algo que no alcancé a escuchar. Algunos curiosos me volteaban a ver, como tratando de investigar algo, entonces muy seriamente caí en la cuenta que estaba en una tertulia literal que tal vez algunos envidiaban, y que yo estaba disfrutando. — Esto me pasa por ser tan agradable, pensé.
Total que media hora después se despidieron, me desearon suerte y se fueron.
Por mi parte me dediqué a buscar las editoriales y me enfrenté al fantasma de la desconfianza que uno tienen por ser un joven desconocido, sin embargo recuerdo que sólo conmoví a seis editoriales, dos de Xalapa, una de Veracruz y tres del DF, las mas relevantes (sin faltarle al respeto a las demás) fueron la UNAM y editorial Océano.
Alrededor de las cuatro de la tarde, empecé asentir hambre. Sólo había comido aparte del desayuno, una torta y bebido dos latas de Coca-cola y mi cajetilla de cigarros ya estaba acabándose. Tenía exactamente para entonces el dinero del pasaje y como veinte pesos para el taxi.
Mientras caminaba otra vez hastiado ya por recorrer como cincuenta veces el Museo del Transporte fui tomado del brazo intempestivamente, al girar y hacerle frente al atrevido me vi sorprendido porque no se trataba ni más ni menos que de mi amiga Johary.
Ella es una mujer menuda, alegre, con ojos grandes y una de boca de tentación. Con Johary había pactado encontrarme en Xalapa y con esmero ella procuró registrarme en un hotel por si desidia quemarme mas de un día, le comenté que sólo estaría ese mismo día y que mi carro salía a las 6:30pm. Parlamos en una banca de afuera mientras fumábamos; me puso al tanto de su vida y yo hice lo mismo. La hice reír con mis comentarios estupidos, y hablábamos de todo un poco. Le agradecí por irme a buscar, ya que me sentía un tanto aburrido y exiliado de los demás. La abrasé y le di un beso en la mejilla.
— ¿Tienes hambre?
— No, ya comí — dije—.
— Pues yo si, me acompañas a comer.
— Claro.
— No vas hacer otra cosa aquí, si quieres nos quedamos.
— No, ya estuvo por hoy.
— Te voy a llevar mi querido Ricolino a un buen lugar a comer.
— Esta bien.
Dejamos aquel lugar maravilloso y comprendí que aquí comenzaba una historia, y fui feliz por todas las cosas que viví en tan pocas horas. Se lo agradecí a Dios.

Llegamos a un Buffett establecido en un callejón en la zona céntrica de la ciudad. Ahí comimos a placer, conversamos, fumamos y comí unas paellas deliciosas y aunque Johary me repitió como mil veces que las empanadas, que no recuerdo de que estaban hechas, estaban según ella deliciosas, yo nunca las probé. Para finalizar la buena tertulia nos tomamos un par de cervezas en un tarro, y fui como tres veces al baño.
Las palomas que discurrían por el lugar las espantaba, y Johary sólo se reía. Fue un momento muy ameno el cual pasé con una de mis mejores amigas, ya de muchos años.
Creo que yo tuve la idea sensata de preguntar la hora, y un poco preocupado le dije a mi amiga que sólo faltaban 20 minutos para que partiera mi autobús. Ella con disciplina estricta me reprimió, su actitud me recordó a mi madre. — Pobre de sus alumnos, es una maestra sexy, pero con un carácter que espanta—, pensé.
Hizo que me tomara de un sólo sorbo su ultima cerveza que estaba a la mitad, pagó la comida voluntariamente y abordamos el primer taxi que nos llevaría a prisa hasta CAXA. Creo que Johary estaba más preocupada que yo, ella le repetía al conductor que se diera prisa, yo sólo me reía, creo que me estaba poniendo pedo por las cervezas que me tomé y por las tantas subidas y bajadas y vueltas que daba el taxi.
Cuando llegamos ella se apresuró a preguntar si ya habían anunciado la corrida a Cosamaloapan, se preocupaba tanto que llegué a sospechar que seria una gran madre, ya que su preocupación era desmedida, pero nunca le dije nada porque me gustaba ser consentido.
Nos despedimos y le agradecí infinitamente el tener tiempo para este loco, vagabundo, peligroso y soñador. Le di gracias por ser mi amiga y finalizamos todo con un abrazo fraternal y un beso calido en la mejilla. Después me condujeron a mi lugar y yo me despedí agitando los brazos de mi tierna amiga Johary.
Subí al autobús y mi número de asiento era el trece. Ese número me encanta, dije.
Viajé solo y dormí alrededor de media hora, desperté y no se porque pensé en Eva, fue algo tan contundente que mi cuerpo vibró, — Que loco estoy— me dije.
Después me entretuve viendo una película que se trataba de una princesa de cuentos de hadas que por un hechizo de la bruja del cuento dejó de ser una caricatura y fue convertida en humano y fue a dar a la ciudad de New York. Su príncipe también adoptó la forma humana y para completar la profecía tendría que buscar a su princesa y encontrarla antes de la media noche o por lo contrario su amor no se consumaría y ella moriría. Por eso su príncipe buscó a Yissel por toda la gran manzana. Ella apareció intempestivamente en la casa de un abogado divorciado y padre de una niña. Después de varios infortunios logró mantener una amistad con la familia y con el abogado que es el doctor Sheppard en la serie de Grey. Yiseel era una mujer totalmente optimista e inocente, que buscaba el amor verdadero. Pero para ser mas sincero, me encantó la película y casi lloré porque justamente cuando ella se iba a morir el abogado la despertó con un beso y ella comprendió que ya no amaba a su príncipe, pues el abogado le dijo mucho antes que uno a veces confunde el amor, las personas dicen que están enamorados de alguien porque así esta predestinado, no por el destino, si no por las sociedades, es como el ejemplo de los mismos cuentos “ Los buenos sufren, pero siempre gana, “ La princesa y el príncipe se casan y viven felices para siempre”. Son cosas que la misma monotonía marca como amor. Y aquí esta el otro lado de la historia que me cautivó; con el abogado no tenia un futuro que respaldara su destino, era tan absurdo creer que se enamoraría de él, ya saben por las mismas etiquetas de la sociedad, pero, aunque se trataron sólo un día, tuvieron una magia tan cabrona que descubrieron que para ser feliz y enamorarse sólo se necesita en instante, son casualidades del destino, son cosas que pasan y que derrumban las paredes de los estereotipos que la “realidad” impone.
Cuando bajé de autobús llegué cansado a mi ciudad; caminé y encendí mi cigarrillo.


24 de Octubre del 2008.
Francisco Rico.

miércoles, 22 de octubre de 2008

33 Dias en la sala de espera ( tres poemas)

Ya falta poco.

Ya falta poco, ya falta poco para que mi cabeza no haga
Otra cosa que pensar en ti. Ya falta poco para estar cerca
De ti, de llenarme de melancolía por la noches preguntándome
A quien tendrás en tu cabeza.

Ya falta poco para que tu madre me niegue tu presencia. Ya
Falta poco para que tenga esta gastritis crónica cuando estés
Por venir. Ya falta poco para que me destrocen los nervios.
Ya falta poco para verte, ya falta poco. Pero para ser más exactos
Faltan once meses.
F.R.H junio del 2006
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Bella.


Eres bella, porque de algún modo me lo dicen tus ojos, tu ombligo, tus manos y las uñas de tus pies.
Bella, ahora te tengo cuando estoy en silencio. Cuando sueño. Cuando me muero por ratitos en la noche.
Quiero hacerte el amor, bella. Chuparte el pezón, oler tus cabellos y moverte con mi cintura a las maneras dóciles del amor.
Bella, te recuerdo todas las putas noches, por eso me niego en aceptar que la memoria encuentre caminos de regreso donde están, el pasado y la nostalgia.
A veces exagero en pensar que eres única. Vete al diablo, bella.

F.R.H 24 de mayo del 2007---------------------------------------------------------------------------------------

A las tres de la tarde.

Mi cuarto es la capsula perfecta para escapar del mundo y sus complejos, de quitarme la camiseta de la caminata de no encontrar nada. El eco de las canciones intenta huir, pero se encuentran con las cuatro paredes que asemejan una caja de sorpresas que espera ser descubierta.

Hojas y cartas sin buzón nadan por el piso, mientras dos sillones son las islas a las que nunca vendrás. Náufrago en mis sueños, en mis ilusiones y siento que estoy más triste que la muñeca despeinada y sola que se quedó abandona en mi cuarto.

Sin pilas cómo mi reloj y no hay mensaje oculto en mi puerta que me anime el corazón. ¿Por qué no vienes? Aunque sea un rato. Procurándote volverte a ver y es que olvidarte es físicamente imposible. Y me pregunto ¿Porqué tengo calor?








F.R.H Un día a las tres de la tarde.

jueves, 16 de octubre de 2008

Bar

Olor a nicotina, mesas cojas, comandas de tequila, luces rojas, tertulias que se olvidan cuando llega la maldita resaca. Meseras con billetes en la blusa,trincheras de una luz semidifusa que le quita la cara a los que esconden secretos personales. El bar es un hotel de medio pelo que le cura el desconsuelo a los que no saben que hacer con el desvelo, como yo. Papeles por debajo de la mesa cocteles que te alivian la tristeza canciones como dagas en el pecho de la melancolía,historias que no van a ningún lado, glorias de un pasado tan pasado y mis sueños merodeando suicidados en la vieja tarima.Yo llevo aquí metido media vida y sigo solo y sin salida y recordando todas las putas noches. Que ahí se sentaba ella que ahí se enamoró de mi , ahí mientras cantaba ella pintaba en servilletas mensajes subversivos mientras él la sujetaba. Ahí se sentaba ella ,ahí se enamoró de mi,ahí en esa silla ella un día se aburrió de mi. Dolores se llamaba, que ironía Dolores no buscaba compañía que le durara más que el after show y el sudor del camerino. Se unió a los delirios del trasnoche se alió a los colirios y el derroche y yo que bauticé de amor lo que era compañía. Jamás vimos la luna porque el bar nunca nos hizo recordar que afuera el mundo continuaba sin nosotros. Se me acabo el carisma, si me vieras, mi voz ya no es la misma si me oyeras,la noche es una puta divertida pero cobra factura. Me fumo otro cigarro en la mañana me opaca como barro en la ventana y vuelvo como siempre a recordar... Que ahí se sentaba ella, que ahí se enamoró de mi, ahí en esa silla ella un día se aburrió de mi. (Un jueves decidió no regresary no existe noche en este barque yo no cante su canciónpor si regresa)....................... R.A.

martes, 14 de octubre de 2008

Efecto maRIPOSA

No sé para quien o quienes escriba yo éstas líneas irreverentes e incapaces de doblegarse ante el yugo de las utopías sin ley. He visto con suma melancolía y nostalgia como mi pueblo despierta más temprano que los demás países y amanece al otro día más pobre que ellos. He visto a jerarcas regocijándose en las oligarquías y a hombres de corbata y traje que disfrutan las comodidades, lujos que el campesino les ha abastecido a base de esfuerzo, sudor y sangre.
Donde el futuro del país será un sueño remoto e inverosímil si seguimos con esta educación exigua que se recibe en las escuelas públicas. Si naces pobre en éste país, estas condenado a recibir una pobre educación. En éste país las decisiones son cosas tan triviales que no se resuelven ni para bien o para mal. Parecía que llegamos al punto retrocediendo, no avanzando. Al parecer uno no termina de conocerse a pesar de verse todos los días en el espejo.
Sería fácil entender que los efectos mariposas son la excusa exacta que te invita a cambiar el rumbo de tu vida por un instante, ser la diferencia de estos pendejos de buena voluntad.
Los grandes movimientos sociales creadores de estos conflictos que marcaron el destino de éste país y de ésta Latinoamérica indulgente y nostálgica fueron hechos que se realizaron gracias al idealismo de los héroes del pasado que nos enseñaron a creer en los sueños, en las actitudes, en nuestra identidad, en la unión y en lo más importante; en nuestra libertad.
Hermanos hoy les hablo para que todos los socialistas del viejo y nuevo mundo salgan a predicar sus ideales y a manifestarse en contra de la demagogia de la bestia utópico aquella que señala con mano derecha llena de anillos de oro y que intenta mermar al pueblo con sus leyes vanas, con sus subterfugios de mierda y que no deja vislumbrar sus carencias y sus marchitos sueños de convertir todo en el edén del gobierno donde todos sueñen estar.
Los efectos mariposas no son caprichos y el pobre no se quejan sólo por vicio, y yo ejerzo mi oficio de vivir mi libertad.

lunes, 13 de octubre de 2008

EN primavera

Cierra los ojos y abre tu corazón, que la primavera no es para siempre. La brisa de la cascada te moja el pelo y tú tirada sobre el rosal me tocas el alma con tus suspiros.
Miras al cielo y se te ocurre hacer el arco iris, te ríes y juegas y ya no hay guerras ni hambre. Todo el mundo sueña un sueño. Las estrellas te acompañaran en tu viaje y cuando el ferrocarril llegue a la estación lloverán rosas amarillas y una mariposa en tu cabello se detendrá y todo el mundo vera lo hermosa que eres en primavera.

F.R.H

(Me enseñaste de desde filosofia
hasta como tocarte y a no fumar sin desayuño Y Aconvertir
una caricia en una obra de arte.
ME enseñastes/Ricardo ARjona)
13 de octubre del 2008

domingo, 12 de octubre de 2008

13 de Junio

(El día que abrió los ojos al mundo)
I Parte.
Ya sé que eso es tonto, el tratar de hablar con un muerto. Ya sé que es tonto estar sentado en la tumba, de hablarle y decirle que has cambiado, que ahora fumas, que eres más maduro que antes y contarle que ya tienes nueva novia. Yo estoy sentado bajo el tremendo sol de allá arriba, le leo poemas de Sabines, me fumo un cigarro y creo que él desde el subterráneo me escucha o está a mi lado en silencio.
Me quedo pensando no en la hora de su muerte o nacimiento, si no en todas las cosas maravillosas de la vida que él se ha perdido; el amor, las borracheras, el sexo, el fútbol, la calle, la comida, la familia y de las mujeres. Luego uno lo analiza con toda la lucidez posible y piensa, << ¿Qué hay de lo que tú te has perdido? >> El estar en presencia de Dios, conocer la paz, los ángeles, estar en todos lados en silencio, en silencio.
El tiempo, el trabajo y la soledad absoluta, rasposa y seca del panteón te invita a la retirada (Salir corriendo de allí.) pero no sé si sólo fui a visitar o apartar mi lugar. No sabes si regresaras caminando o en una caja con los pies por delante, sudoroso cuando se te escurra la vida en forma líquida.

Ya en la calle — Gracias a Dios—, camino y de pronto me sorprende la muerte y el suculento y maravilloso culo de una mujer. También existe el carnaval de la muerte. Mantengo los ojos y la mirada en los dolientes que van hacia la pachanga donde se ríe y juega con nosotros la muerte. Pero no me imagino que son dos funerales, el mismo día, a la misma hora y los dos pasan enfrente de mí. Ahora recuerdo que hace un rato fui a visitar a mi amigo muerto, el bueno de Chema — Digo ahora bueno— por que cuando vivía para algunos eran un pendejo, algo sin vergüenza y cabrón, para mí siempre fue lo que él quiso. Pero ahora dicen que ya cambió (La vida no sólo nos cambia, la muerte igual, con el único inconveniente de que nos pone más feos.)
La muerte hoy, la muerte ayer, la muerte mañana, nos fermenta a todos, nos bendice. Pero lo único que no me gusta es que en este pueblo todos se mueren el miércoles.






A José María Palmero Alvarado.
“Un día nos veremos hermano, espérame sentado” Francisco E. Rico Hernández.

viernes, 10 de octubre de 2008

Inventario.

El pueblo mexicano vive oprimido hoy en día. Ya lo vemos en los movimientos sociopolíticos en donde secuestran en su propia casa a la ley, y a la boca del pueblo la cierran por derribo. El futuro del país está en juego, las piezas de ajedrez las mueve el gobierno con suma precaución y los intereses políticos sin lugar a dudas son del ámbito nacional. Nos quieren dormir antes del anochecer con cuentos de hadas en los cuales anuncian el gran tesoro escondido en el mar y que al explotarlo servirá de gran ayuda para que el país en el que tú vives y yo sobrevivo despilfarre el dinero que vendrá en ondas desde el pacifico. Dicen algunos en sus desvaríos que la avalancha de inversiones que tendremos a futuro gracias a la plusvalía del petróleo nos llenará el bolsillo a todos, y los mexicanos tendremos suficiente dinero como para comprarle la segunda pierna a Santana, curar al Seguro Social que es el enfermo mas convaleciente, y la deuda externa será para las nuevas generaciones un cuento inverosímil y muy remoto.
Con quien mierda creen que están tratando, no se olviden que cada persona es un medio de comunicación independiente. A mí no me engañan (No le pueden mentir a un mentiroso.) Con la Reforma Energética a PEMEX lo venderán por partes como se venden a los cerdos. Andrés Manuel López Obrador dio un ejemplo de lo que podría ocurrir si se aprobara la reforma energética. Resulta que las empresas energéticas españolas que invirtieron en nuestro país al cabo de tan sólo ocho años de establecerse en el mercado han acaparado el cien por ciento de la producción energética en el país, la CFE (Comisión Federal de Electricidad) le comprará el 37% de las acciones a estos españoles que tan sólo en ocho años son dueños de la energía eléctrica en México. Sin lugar dudas la verborrea que lanzan los políticos se debe de escudriñar a conciencia. La sociedad mexicana necesita conversar y encontrar los remedios y acuerdos para que la discrepancia sea mermada y el cataclismo olvidado.

Con esto que hoy escribo no pretendo que México se someta a la izquierda o a la derecha, simplemente que busque la verdad a través de la libertad, la democracia y la unión, consiguiendo así abolir a los cachorros del imperio. Invito a los potentados del país que sean responsables de la economía de su patria, por lo tanto deberán de tomar las decisiones pertinentes y desmenuzar a fondo los movimientos sociopolíticos de México. Estos acaudalados (Que son muchos en este país tan pobre) tienen que pugnar por las empresas de su propio país, tratar bien a los empleados, otorgarles salarios dignos y seguros de vida, y ponerles al alcance de sus manos la tecnología de punta; con esto el trabajador crecerá, la empresa crecerá al igual que la economía del país se incrementará notablemente. La sociedad debe de estar consciente que todos deberemos pugnar por el beneficio de nuestra patria ya que probado está que el autoritarismo siempre ha mermado a los pueblos de América Latina.

F.R.H

jueves, 9 de octubre de 2008

Mi pueblito.( fragmento del texto.)

Yo ya no quiero. Yo ya no quiero vivir en éste pueblo donde todos los miércoles se mueren las personas. El miércoles, precisamente el miércoles de mierda.
En mi pueblito todos son felices, no es cierto, es una mentira. Están artos algunos cómo yo. Vicente el carnicero arto se encuentra al ver que sus mozos le roban las esclavas de oro y sus mozos están artos de escuchar sus terribles chistes con olor a carne. La maestra Soledad enseña, y muy bien, a todo muchacho inteligente y obsesionado por las letras les enseña lo que tiene entre las piernas. Tomas dice que esta arto de trabajar en la tienda de abarrotes de Don Pepe pues si quieres ser infeliz toda la vida, trabaja acomodando latas. Laura está cansada de volar y mejor camina por las calles, lo malo es que lo hace sin mí. La tía Chofi se burla de Jaime Sabines por creer que ella está muerta, solamente se perdió por ir le a comprar sus pinches cigarros. Doña Hortensia esta embarazada y cree que su hijo será una gran celebridad, amado y respetado, ella dice que él va hacer el hombre que saque adelante a nuestro pueblito. Cómo lo sabe eso si que no sé, pero ya le buscó un nombre: Andrés Manuel. Y qué decir de César y sus mentiras, ya las mujeres no se confían de él, ojala y las canciones de Arjona lo ayuden a reconquistarlas. En mi pueblito hay un Bar de nombre Animal Nocturno allí acuden los melancólicos, los hombres. Me encontré a mi hermano Alejandro y a mi primo Xavier acompañados por bellas damas de noche (Putas sin consuelos).
En mi pueblito la política es un asunto no muy complicado puesto que a los presidentes siempre se les ve haciendo circo, maroma y teatro. Al ex presidente se le veía discurrir por las calles en su motocicleta, con su chamarra de cuero y sus lentes Ray-Ban, el otro bigotón y don Juan; que de seguro hasta los calzones siempre los usa rojos tiene más problemas en torno de sus exilios de amor, y que por ende tiene en desamparo a su pueblo. Les informo que a mi pueblito lo mantienen hoy en día a pura cal y cemento con ese favor de mierda de pavimentar todas las calles, que es basura y cosa insignificante en este nuevo siglo. Esta es la mierda que se arrastra sin remedio, un beso podrido entre los labios de los dragones rojos. Ellos eran y son unos despreocupados que les importa un bledo éste pueblito que siempre ha de llegar al punto retrocediendo, no avanzando.
Un pueblito donde el pasado inmaculado sabe a gloria, donde antes se presumía de ser el cerebro y corazón, hoy no sólo se ha bajado de categoría, pues la seguridad se amplia y la falta de oportunidades laborales y estancamiento social son asuntos triviales. Les aseguro gente que estas líneas irreverentes que escribo hoy, son incapaces de doblegarse ante el yugo de una utopía subjetiva y sin ley. El fracaso del socialismo el cual escribió Luis Pazos me enseñó que el capitalismo bárbaro es un caníbal insaciable en busca del poder autoritario, es una enorme bestia diseñada para saquear, asesinar, sordo e impasible el cual le vale mierda lo que sufra su pueblo. A través de los grandes ilustres del pasado, hombres de honor que lucharon por su pueblo y que los llamaron rebeldes aprendí que los efectos mariposas son la excusa exacta para invitarte a cambiar el rumbo de tu vida, ser la diferencia aunque sea sólo un instante y luchar por los ideales y la libertad. En mi pueblito les cuento que en cultura avanzamos mucho; ya sabemos leer el cincuenta por ciento de la población y hace un mes recibimos un libro donde nos narra la vida sensacional de Macondo que se parece a nuestro pueblo de mierda, donde la gente se muere los miércoles. Pinché pueblito olvidado, ignorante, somos el culo del mundo.

Las tres grandes torres de mi estirpe son Isis francisca, Emiliano, Xani y Ángel sin lugar a dudas ellos son el futuro de mi pueblito. ¿A quién no le gusta el fútbol? José María “Chema” siempre anda en las canchas de fútbol jugando con la caprichosa, sucio pero contento, es uno de mis mejores amigos lo quiero mucho lo malo es que no le gusta el agua. Oscar es el único mormón que me agrada pues intenta reivindicar los valores morales y separar al cuerpo del alma, tener amor a Dios. Mi madre luce tan bella arreglando las plantas al pie está mi perra, mi talismán de la buena suerte.
De las mujeres mejor ni hablamos, como ven que ahora hacemos lo que nos dicen —díganme cuando mandamos— las mujeres son la cosa más extraña, maravillosa, jubilosa y son tan fuertes como una tormenta e igual de frágiles como margaritas. Carlos e Irene se prometieron nunca crecer y amarse siempre, ni la ambición de él por ser un mejor hombre ni el cambio de vida de ella daría marcha atrás a su propósito en la vida de no mirar a ningún lado donde no estuvieran ellos. Se juraron amor eterno. Quiero saber si se puede aguantar tanto, quiero sentir el amor. Aquí hay las visitas de Iván a su paraíso en el cual se establece entre sábanas, morbo, amor, látex y se da el lujo de hacer el amor, ahí en su paraíso no existe la muerte, ni la maldad, ese paraíso lo comparte entre cuatro paredes con su ángel, en un Cielo azul, donde todos los días se enamora más. Rene siempre anda de buen humor y por eso es un buen amigo. Con Sandy y Alejandra no cambiaria nada, ni esas mil y una noches hablando de todo un poco mientras fumamos en los bulevares. También existe una mujer de la cual no quisiera ni acordarme, pero como siempre irrumpe en mi vida, fue mi gran amor, hoy por cabron ya pienso diferente pero el cariño jamás cambiara, porque vivo en tiempo de no nos queda de otra. La dejare partir hacia la oscuridad (donde no estoy yo).

Como ven ustedes todos estos chismes se escuchan en mi pueblito donde todos los miércoles se mueren las personas. Es un pueblito jodido, ignorante, sin amor, mentiroso, futbolero, con plantas, lleno de putas, como Adriana. Pinché pueblito ya me quiero largar de aquí, pero tendré que esperar dos años más para terminar mi gobierno cómo presidente.

F. R. H. 2 de Diciembre del 2006.

miércoles, 8 de octubre de 2008

Angel del Oeste.

Debería de haber recordado hace años atrás y un par de soles antes de la primavera a Prudencio Esquinas, un joven vagabundo en busca de nada. Impasible ante la vida y desembarazado de todo prejuicio, norma y utopía de la sociedad. Era como yo quise ser toda la vida: nunca lo logré. Nunca supo nada acerca de su origen o quienes fueron sus padres. Sobrevivió diez años de su vida en aquel terrible orfanato donde todos los días tenía que despertar a las cuatro de la madrugada a cortar trozos de tomate para el desayuno inmemorial de comer huevos con tomates.
Una noche antes de la navidad Prudencio Esquinas desapareció del lugar donde lo mantenían en cautiverio. Saltó la barda con mochila al dorso, a sus diesi siete años de edad se enfrentaba a la calle, era lo que tanto había esperado. Inimaginablemente viajó por casi todos los estados del país, pero en una de sus paradas extraviadas fue donde lo encontré.
Era martes y llovía, la manera más adecuada de disfrutar el hermoso clima de Orizaba era tomándose una taza de café en La parroquia. Los meseros elegantes a punto de casarse con su oficio despabilado, el piso de madera, los cuadros en la pared y una poción extraña de distintos cafés amenizaban los antojos de la melancolía y de la soledad. Ordené una taza de café guatemalteco, eso provocó una caída en mi economía que no me alcanzó para un café colombiano. De pronto un tipo se me aproxima y me susurra al oído:
— Ángel del oeste.
— A Dios gracias— le dije—, pero mejor sería si estuviera a la hora de lidiar con los problemas de la economía.
— Ángel del oeste—lo repitió apretando los dientes—.
— No lo sé— contesté con remilgos—.
— El problema es que ya está pagado el envío—apuntó él—.
— Yo camino de esquina a esquina alrededor del país, mi nombre es Prudencio Esquinas—se presentó—.
Él tenía el oficio solemne y muy reconocido de pasar al otro lado al que se quedó del lado de los jodidos. De Latinoamérica para los Estados Unidos. Desde que salió del orfanato se prometió así mismo ayudar a las personas que no se encuentran felices en el lugar en donde están, cómo él algún día lo estuvo. Era una manera de conmiseración hacia el tipo que se moja la camisa al caminar y sudar en el desierto, o provocado por el agua del Rió bravo hacia los condenados a cien años de pobreza.
El mojado, el tipo con mas agallas, el que tiene los huevos de a kilo, el que se preocupa por su familia y se arriesga al viaje kamikaze. Prudencio era la persona encargada de pasar de contrabando a toda persona dispuesta a soñar el sueño de soñar menos con el sueño americano.
Después de aquel suceso ignoto salimos de La parroquia y nos dirigimos al parque Castillo donde un centenar de montículos de origen celular abarrotaban un pasillo del parque. Un conjunto de rubias hermosas desprendían un aroma a magnolias y adornaban con su belleza de fábula aquel parque. <>, me preguntó. Me incliné por la tendente y le dije que no.

Hace años atrás en uno de sus múltiples viajes constructores de sueños Prudencio Aguilar viajó con María Candelaria Salazar y Amado Paz, un par de oaxaqueños buscando el sueño de soñar más. Recordaba sus nombre porque significaron mucho para él y descubrió que los que se dedican a esto muchas veces se olvidan del sentido común, del sentido humano y sólo les interesa el dinero más que la integridad del paisano latino que pone toda su fe en sus trampas.
De no haber tenido ésa fobia imprudente Amado Paz hubiera cruzado el río: pero no lo logró. María Candelaria llevaba en brazos a una niña de cinco años de nombre Luz María que era por lo que se atrevían a desafiar las desaventuras de una realidad de terrible calamidad. Cruzaron el desierto a las once de la noche, durmieron toda la tarde para que el sueño no fuera una carga. Discurrieron cuarenta kilómetros debajo de la inmensidad del cielo sideral con luz de luna. La temperatura comenzó a bajar, y las ráfagas de arena conseguían moverles el coraje para darle paso al miedo. La única persona que lo disimulaba o lo eludía era la pequeña Luz María, nunca aprendió el miedo heredado de manera que nunca lo sintió hasta el instante de presenciar el final del camino. El Muro De La Vergüenza no acaparaba más tierra azteca. Para pasar a tierra de Donald Trump, Michelle Jackson, del mal jugador Donovan y míster Bush un par de troncos entrelazados por una valla electrificada conseguían separarlos. La niña se asustó, su madre le colocó en su cuello un collar plateado, con una medalla de un ángel inclinado al oeste que le fue otorgado de premio por ganar un concurso de pinturas en el Caribe. Amado Paz tomó con las manos la valla electrificada y soportó los miles de kilowatts gringos, pero se mantuvo firme. Levantó la valla para que su esposa pasara mientras Prudencio ayudaba a la pequeña niña a pasar. Los tres consiguieron pasar pero después un estropicio se escuchó y miles de disparos sacudieron a los padres, matándolos. El infante consiguió escabullirse por debajo de la valla, la nena y Prudencio Esquinas escaparon de aquel terrible lugar.
Hace un par de días le llamó por teléfono Luz María, después de quince años, pero ahora acompañada de su esposo.
<>.
A veces uno queda totalmente convencido que las verdaderas amigas se descubren en la cama, y que los verdaderos amigos se conocen en situaciones difíciles, entonces por eso opté por ayudarlo.

Ese mismo día llamó por teléfono a Luz María, ambos acordaron reunirse en ciudad Juárez. Viajé más de quince horas con el culo entumido y la columna rota por la dureza del respaldo de los autobuses del ADO.
Al llegar a la ciudad nos aguardaba Luz María y un taciturno poblano, Juan Ayala.
—Ángel del oeste—dijo Prudencio—.
—Nariz de zanahoria y culo de elefante— contestó ella—.
—Mi chaparra buena parte— sonrió y se burló Prudencio—.
Tomamos la misma receta contra el sueño y partimos a las once de la noche rumbo a los Estados Unidos. Discurrimos hasta donde ya no había muro de la vergüenza, burlando otra vez la valla electrificada y nos adentramos a un pequeño bosque, tenía yo la adrenalina corriendo por mis venas. Pero de improviso le saltó un enorme perro al esposo de Luz María, los oficiales le dispararon a Prudencio Esquinas a quemarropa; Juan tenía el rostro destrozado y murió desangrado. A lo lejos lentamente observé el cuerpo de Luz María caer inerte con los ojos puestos al oeste, después de eso comencé a sentir las miradas de los policías norte americanos y al mismo instante sentí caliente el pecho y me ahogaba con mi propia sangre, antes de morir escuché que uno de ellos dijo:
— No te preocupes son mexicanos.

martes, 7 de octubre de 2008

¿Cómo ves?

Si hay futuro de seguro fluye en el presente, en cuanto al pasado, el pasado es el que nos jode a muchos.
¿Cómo llegar al punto retrocediendo?, no avanzando, topándonos con el camino andado.
Anestesiados por la locura para sentir la gloria que es una estatua cubierta de mierda de palomas. ¿Y si el fantasma de la duda abriera la frontera del futuro? ¿Y si las hormigas (los problemas) fueran más que los humanos? García Márquez lo expuso en una de sus obras; leyendo los Idus encontré una frase siniestra que el autor atribuye a Julio Cesar: es imposible no terminar siendo como los otros creen que uno es.

La poca posibilidad de ser escuchado en éste mundo tan comercial, ya las marcas remplazaron a los apellidos y es que hasta los calzoncillos son de Calvin Klein. Estamos jodidos si no salimos en la televisión, es como no existir para nadie. Espero que valga la pena la ausencia de discurrir por las calles, vivir desde ahora de manera esporádica.
Seguro que los políticos viven de las mentiras (sin daños a terceros), los sacerdotes te hablan que la otra vida será mejor, mientras tú estás jodido en ésta pero en el nombre de Dios, los doctores viven de las enfermedades sin curas, el casero de la renta, el borracho de sus penas, la puta de su cuerpo educado para amar, y los escritores viven y vienen del mundo sorprendete de la hoja en blanco.
De las mujeres mejor ni hablamos, sólo puedo decir que por ellas aguantamos un poco más al cabron de nuestro jefe que es muy poco amable, por ellas hacemos canciones, locuras, y respiramos con mayor facilidad la nicotina y nos acariciamos el celibato desmedido con tequila y olvidamos muchas veces que las noches son para dormir. Hoy creo que el mejor deporte de los adolescentes es abatir a las suegras.

Amigo mió la verdad yo no sé adónde va esto, y si lo supiera te mentiría. Yo por lo mientras seguiré siendo un irresponsable, un truhán y callejero porque es mi libertad y yo no entiendo de plusvalías, jamás voy abnegar. Todo esto es un rosario de pesadillas que genera la utopía de sobrevivir y no de vivir, y tú ¿cómo ves?

F.R.H
( A Cesar, gracias cabron, por sacar este texto de la gaveta del olvido)

Vestigios de la libertad y el hombre.

No todos los días termina una era de cincuenta años. Fidel Castro hoy se retira en silencio después del estruendo y solemnidad con la que inició. Fueron muchas batallas las que el peleó solo y acompañado teniendo unos ideales intactos y puros que después se le fueron cayendo con el tiempo. Usted Fidel logró que el socialismo en Cuba fuera la columna vertebral de ésta Latinoamérica sometida a base de sangre y fuego al capitalismo bárbaro que las bestias norteamericanos implementaron con el pretexto de meter el poder en unas cuantas personas y no en todo el pueblo. Los socialistas como usted Fidel son responsables del destino de su patria y de su gente. Con tu carácter inflexible, lucido, displicente algunas veces, con tu perdurable barba que mostraba los vestigios de tus luchas interminables donde alcanzaste tu libertad, con esa demogajia intermitente y con tu corazón de Caribe marcaste una era y conseguiste que el mundo volteara a ver a una isla que se encontraba en la desolación, en el abandono, apartada del derecho digno de vivir y echada a la buena de Dios.
Usted señor, caballero Fidel no soportó que su pueblo fuera maltratado, vio con nostalgia que sus hombres eran explotados sin conmiseración alguna, no soportó que su historia fuera ultrajada, que las tradiciones de esa isla a la que usted tanto ama sirviera del entretenimiento turbio de los foráneos y que sus mujeres, aquellas hembras Caribeñas de fabula fueran artefactos del placer.
El camino a la liberación de Cuba no lo hizo usted solo, se le unieron otros hombres ilustres que se arriesgaron a la liberación de una isla condenada a ser libre en el exilio. Junto al che Guevara, Camilo Cienfuegos, Humberto Matos y Raúl Castro forjaron los cimientos pulcros de una patria sublime y disímil.
Hoy anunciaron que te retiras, lo aun dicho los noticieros, los rotativos, pero yo no les creo nada. Lo único que has hecho como padre de tu patria es que tu bebé aprenda a caminar por si mismo. Usted Fidel quédese echado en su hamaca, fumando sus puros, tomando esos mojitos cubanos y comiendo caña todo el día observando el majestuoso Caribe que rodea tu isla. Yo se que nadie te ha vencido, nadie lo hará. Porque tú sobreviste a la caída del muro de Berlín, al nuevo siglo, a los mas de seiscientos treinta intentos de los Estados Unidos por matarte y a tus propios discursos que duraban mas de tres horas y que el pueblo entusiasmado lo escuchaba. No te pongas triste por dejar el mando de tu isla, porque nadie, ni un ser humano pudieron vencerte, sólo lo hizo el tiempo.

F.R.H

lunes, 6 de octubre de 2008

Los ciegos tambien aman a las mariposas que se cazan en sueños ( Tres cuentos con alas)

HOY TE SOÑÉ.

Hoy te soñé y hasta este momento no me di cuenta lo
Hermosa que eres al dormir en mis sueños. Te miré asombrado
Detrás de mi ventana, estabas en sábanas blancas como un
Ángel que descansa en una nube.
Tu cabello alborotado, tan suave que no me atreví a tocarlo y
Lentamente me fui acercando a la nube de mis sueños, donde
Sueñas tú. Tus uñas perfectas, tus piernas cerradas y tus pies
Dejando huellas en mi corazón. Tu vientre entre lo profundo y
Lo irreal la mixtura perfecta de algún lugar.

Estabas en sábanas blancas, con esos labios tan suaves como
El algodón y con un piercing irreverente que de seguro ostentaban tu rebeldía, y es que te soñé y por un momento pensé que era
Realidad. Hoy te soñé y ni cuenta te diste que estabas conmigo.

Aunque sólo duró un momento, me sentí completo. El gran
Tesoro de esa noche, la ventana donde no mira nadie, es la
Nube de sábanas blancas donde sueñas tú.

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ME CURO.

Me curo de los fantasmas de la incertidumbre que vienen descalzos al filo del alba.
Me curo de comerme flores marchitas que me ofrecen mujeres insulsas en el entresuelo de los camastros del placer fríos y tristes.
Me curo de buscarle los pasos a los futuros sin domicilios y estragos de la imaginación.
Me curo de los ángulos, de las tentativas de la geometría y ensalmos de la ciencia.
Me curo de los feligreses que alaban a figuras secas y sin ninguna gota de vida.
Me curo del árbol que esta creciendo y que me niega el fruto prohibido.
Me curo de los policías, de los que cobran la renta, de los chismes, de la coca-cola, de los tacos, corrupción, gripe, prisas, mocos.
Me curo de los sobresaltos de la pasión sorda y besos salados que despabilan corazones aburridos de latir.
Me curo de las putas sin nombres y de las carteras violadas en las noches donde el sueño no aparece y el desosiego reina.
Me curo de los milagros perezosos y del sol que me quema la fe.
Me curo de las heridas que se curan con arena, de los zapatos rotos, del carmín del noviazgo de un sólo día.
Me curo de las palomas que me cagan en los octubres de devaneo y de la soledad que es mi amante y que desnudo cuando puedo.

Se curan, nos curamos, algunos, ellos no, ustedes si, éste no, él si, tú como aquel prefiere curarse los espantos de los amores sin consuelos y sin caducidad perfumados de mentiras que enaltecen la pobreza del amor.
Algunos no se curan de sonrisas sardónicas intempestivas que cortan y desgarran la piel de la inocencia.
Ellos no se curan de deudas cuando abren los ojos a la incompatibilidad de la verdad.
Ustedes se curan de inconciencias y de panes de trigal.
Éste no se cura de peleas y amistades postergadas a la eternidad.
Él si se cura de promesas de cristal y boletos de viajero expreses.
Y yo no me curo de los laberintos de palabras que dicen tu boca y de los lunares de tu cuello, de los besos tuyos en mi manos y del perfume del recuerdo que se quedo conmigo.


LA CLAVE.

Procuro mariposa inundarte de felicidad. Con tu belleza que cautiva y tu aura angelical dulcísima mi mundo cambia de colores. ¿Y si me marchito? ¿Y si mis colores se opacan?, me preguntas. Te confieso corazón que los ciegos también aman.
Y yo me entrego a ti, como si nada mas hubiera un día para amar. Que las urgencias de las utopías de esta vida turbia no interrumpan tu vuelo, yo compro rosas que guardo en la espalda, ahí esta tu hogar, en mi espalda.
Los estupidos niños que juegan en los parques contigo atropellan tu belleza de fábula que opaca a la creación. Te golpean, persiguen, te capturan.
La clave esta en ser paciente y admirarte y sutilmente dejarse acariciar por ti, tú volaras alrededor mío, y con un beso de amor sabrás que nunca me dejaras. Yo no voy por ti, tú vienes ami, esa es la clave.

A ti arcángel sin alas, mariposa en arrullo.
atte.; yo.

F.R.H

Aquella noche.

Me había deslumbrado igual que un niño cuando ve algo extraordinario por primera vez. Eso fue a consecuencia de una caja musical enorme que un organillero utilizaba por primera vez en mi pueblo. Era un hombre que utilizaba anteojos y que dibujaba treinta años a cuestas, acompañado por una mujer seria de cabellos de bronce. Ellos habían venido del DF en un viaje expedito a Cosamaloapan. Esa noche era jueves y la noche anterior los ciudadanos se habían deslumbrado con el primer eclipse lunar del año. Yo discurría como siempre en el parque central con mochila al dorso la cual tenía trozos literarios que escribía en una libreta trotamundos, un libro de García Márquez y lapiceros con los cuales capturaba los versos improvisados que me sorprendían a cualquier hora.
Mientras fumaba con mis amigos escuché la música que deambulaba dulcemente en mis oídos. Él organillero daba un concierto amateur con una música tan pura, inmaculada, amena y al mismo tiempo tan añeja, que sentí una nostalgia porque esas notas musicales habían quedado brillando en el exilio del olvido. La música suspendió todos los ruidos de la calle, mermó los gritos de los indecentes, enamoró a los enamorados que se besaban, deslumbró a los jóvenes e hizo recordar a los viejos y calló a los que charlaban. Yo quedé gélido ante aquellas partituras de fábula. Me quedé en una abstracción ignota, deslumbrado como si hubiera visto por primera vez a una mujer desnuda.
Después me aproximé hacia ellos y les pregunté lo que mi curiosidad me ordenaba. Mientras la mujer de cabellos de bronce pedía un par de monedas a los transeúntes, su compañero aceptó con gusto mi entrevista improvisada. Él me dijo que en plena segunda guerra mundial Hitler donó al gobierno mexicano un par de organillos, hoy en día estas cajas musicales aun no se jubilan pues si lo hacen estarían matando algo más que música, le faltarían al respeto a la identidad mexicana. Él organillero me explicaba que los organillos por estos días ya no se fabrican, <<>>, les dije. Ellos rieron. Extraje de mi bolsillo del pantalón un par de monedas y las deposité al sombrero café que parecía de agente de tránsito y no de un organillero decente. Me alejé de ellos con el único propósito de capturar está vivencia que perdurara en el tiempo a través de una imagen fotográfica. Después de andar exasperado por no encontrar un celular con cámara, mi amiga Alejandra me hizo el favor humano de prestarme su móvil. Ya todo estaba listo para la fotografía del recuerdo, David probaba escrupulosamente las funciones nocturnas de la cámara para que no hubiera tropiezo alguno en la calidad de la fotografía, yo por mi parte me peinaba y ensayaba mi mejor ángulo fotográfico para salir guapo en la foto. Cuando le propuse al organillero que nos tomáramos la fotografía él con remilgos de cabrón se negó rotundamente argumentando que las fotografías son mal usadas por la prensa y que el sindicato nacional de organilleros se los prohíbe. <<>>, dijo impasible la mujer. Yo caminé mostrando una sonrisa apretada y exclamé colérico, <<>> Lo que la música había trasformado en gloria pura, el sindicato de los organilleros lo volvió mierda.

Después de esto aprendí que la naturaleza tiene esa estética de cautivar y sorprender al ser humano, mientras éste tiene el talento de decepcionarla con sus acciones, con sus reglas y locuras. Recuerdo que aquella noche mágica fui feliz, pero la felicidad me duró lo que dura un estornudo. Antes de irme me pregunté:
— ¿A caso ocultaban algo?

domingo, 5 de octubre de 2008

Te pago por adelantado.

— ¿Te pago por adelantado?
— No — respondió ella—.
— ¿Porqué no?— cuestioné—.
— Ella me mi miró a los ojos con una ternura casi maternal y después de besarme la frente me dijo: — Ya has hecho demasiado.
— Tengo el alma desgarrada y mil motivos para cortarme las venas por ti, el veneno de tus labios y el morbo de tu cuerpo son alicientes de mi alma— le dije—.
— No entiendes a caso, puedo darte la soledad por adelantado— me insinuó—.
— Por eso mismo quiero pagarte por adelantado— agregué—
— No, no pidas más de lo que no puedas dar.
— Es que cuando te vi, te quise decir todas las palabras de amor, de todo e inclusive puta, en ese momento quedé deslumbrado por tu belleza— se lo dije con fervor sujetándola del rostro—.
— Debes de darte prisa, en tiempo corre, hazlo de una vez— me dijo—.
— Te pago por adelantado y dame toda la noche— insistí—.
— No puedo, hay otros esperando y a leguas se ve que tú no aguantas mas de dos horas, mírate andas bien flaco, además se ve que ni a los dieciocho llegas y de seguro el dinero que me ofreces se lo robaste a tu pobre y desgraciada madre. Dime en verdad que quieres niño— apuntó con vehemencia—.
— Quiero lo que aun no puedo tocar—.
— Todo puede ser tuyo a su debido tiempo y buen precio—.
— No he venido aquí contigo por que tu tarifa sea la mas económica, tú Eleonora virgen de esas que hacen milagros tangibles, he venido hasta tu lecho, porque entre tus piernas quisiera conságrame.
— No pierdas tu tiempo aquí, te agradezco lo que hiciste por mi hace rato, y debo de aceptar que es mi culpa que tú estés aquí conmigo— me decía—, ya te habías marchado, pero yo y mis inmemoriales instintos de hembra me invitaron a tomarte de la mano, y pedirte que me acompañaras, en este cuarto tan abigarrado en donde quieres pagar por adelantado tu desdicha y abandono.
— No te equivoques mujer, quien por su gusto muere, hasta la muerte disfruta— dije—.
La cenicienta de esquina se atrevió a levantarse de la cama en donde estábamos sentados, dirigiéndose hacia una pobre mesa mal alumbrada por una bombilla que colgaba del techo. Justo allí encendió un cigarro y mirándome impasible fumaba mientras yo, considerado por antiguas novias como el peor Latín Lover del barrio, no hacia otra cosa que pensar en ella, sí pensar en ella aun cuando la tenia enfrente. Me levanté de la cama y caminé rumbo hacia Eleonora, el ambiente hostil y gris de aquel cuartucho en donde sudaba con ella cualquiera, no era más que un suplicio inmemorial para el ejercicio imprudente de buscar un cuerpo que acariciar cuando no hay mas que la comprensión y chantajes de la soledad.
El tiempo que me había tomado para encontrarme a Eleonora fueron exactamente diecinueve días, salí de mi casa una mañana de octubre teniendo la firme intención de coincidir con la dama del pecado de lujo que despabilaba a los cuerpos con la más rigurosa pulcritud y ferviente pasión que hubiera concebido los estragos de la imaginación.
En el cuarto la cenicienta de esquina mientras fumaba se atrevió a designarme una mirada, una mirada fría que me llegaba al alma, y de alguna manera me aniquilaba y me detuve un segundo a admirar su tez, y en sus arrugas divisé esa madures, el deseo de tenerla bajo mis pies estrecharla entre mis brazos llevándomela lejos, en donde deja de ser una puta con clase, para convertirse en una verdadera dama... y no cualquiera, pues seria mi dama. ¡Pero que va! Si esos ojos nunca me han de mirar como algo más que un chiquillo sediento de pasión y con ganas de aventurar.
— ¿Quien eres tú mi damisela? Para dejarme agonizando... ¿Quien eres? ¡Dime! ¿QUIEN ERES?
— Eso no importa —contestó—, si son tus bolsillos los que no le llegan a mi precio, ya ni con tu juventud puedes pagar cada uno de mis besos, yo no soy duquesa, mucho menos de la realeza, soy sólo una pobre diabla que sobrelleva la pobreza... LARGATE!! Y no vuelvas mas, que por estos rumbos no te quiero ver pisar, óyeme bien y atiende ami llamado. No quiero que por mi vista te vuelvas a cruzar, mis razones yo he de guardar y explicaciones no te tengo porque dar.
— Yo, un huérfano de sueños, sólo escuché…
Ella impasible a mis sentimientos pulcros de hombre febril continuó diciendo su verborrea aniquiladora de este iluso de amor:
— Mendigándome una noche me has venido a visitar. Anda ve y corre busca amor en otra esquina que muchachas han de sobrar, no te aferres que nada iras a lograr, mi decisión ya esta echa y mira que no hay marcha atrás—Me decía reprochándome mi enamoramiento aferrado— tienes vida por delante, disfruta y goza que el tiempo no parara y los años de ti no tendrán piedad, la muerte en cualquier momento en tu vecina se convertirá espiando, observando y esperando la perfección para poder atacar. No quiero repetírtelo… ¡LARGARTE YA!
— Olvidas tu, mujer de lujo que no eh venido en vano hasta tu lugar; cementerio de amores claudicados, donde la rasposa soledad que hoy compartimos nos acerca a este remolino de incompatibilidad, pero que es un afrodisíaco que tu misma creas para robarme el corazón. Yo no te pido lo que me das…
En las ventanas de mi alma comenzó a lloviznar a consecuencia del tal descaro de esa puta que a mis brazos no se quiso entregar. Sabiendo que en aquel cuarto de alquiler con ella cualquiera llegaba a sudar.
El rencor, el despecho, la impotencia y la desesperación me cegaron, y como un impulso de un perro rabioso la tomé del pelo y la arrojé a la pared y con fuerza desmedida de sus ropas la despoje. Como un comprador que acaba de pagar me sentí dueño de ella, no importaron sus sollozos, que mas daba si lloraba de placer o de dolor. La hice mía, juro por Dios que ¡LA HIZE MIA! quizás no fui el primero pero estoy seguro de que fui el último... no hubo nadie después de mi.
Cerré mi cremallera, hurgué en mi chaqueta unos cuantos billetes, a pesar de que bien valía la pena dejar todo mi dinero, sólo arroje algunos sobre su frágil cuerpo ya sin vida, después de todo eso era lo que valía su desprecio. Una sonrisa se dibujo en mi rostro, el corazón de la mujer de alquiler salio perdiendo.


F.R.H