jueves, 15 de octubre de 2009

La Recámara Secreta

Son bellas las dos hadas que vuelan
en la atmósfera del humo, en el santo sacramento
del pan y del vino se acomodan, en la recámara secreta
de la noche comparten los abriles de su perdición y
desosiegos de los viernes en las altas horas.
Casi siempre juntas van de la mano, y cuando
hay frío o llueve se desnudan entre besos y caricias.
Julietas sin prisas de Romeros, margaritas desojadas,
noches lambidas, cenicientas sin pares, lunas menguantes
en los vientres, vísperas huérfanas del tiempo,
montes de Venus contra las leyes, traje de luces,
gatitas en cueros, almas sin domesticar, tragos a la Madonna y
a la Spears, tienen academias de corte y confección del amor.
Primores de algodón.
Ahora que están las estrellas con sus nombres,
y el olvido tan lejos deberían descubrirse entre miradas,
desabrochar escotes como un mandamiento, asaltar la razón
en la blasfemia de una oración. De seguro con eso Lennon
les compondrá una canción.
Aquí estoy en tablas en el ajedrez y las miro de cerca
aclarando el azar de las señoritas, vendiendo madrugadas
al día siguiente, contándole a la gente una falsa intelectualidad.
Mientras ustedes pueblan de besos sus bocas y se van prometiendo
jardines con chocolates y terrones de azúcar yo me fumo
a la buena salud otro cigarrillo, y me quedo sentado en la
banca de la segunda división.



Julio del 2009.
Francisco Rico Hernandez.

6 comentarios:

Radamanthys dijo...

Este texto es una verdadera paradoja ^^

Nos leemos

Ayrton Vargas

Laura Sánchez dijo...

Son bonitas también las volutas de vapor de agua, las cuales contienen algunos cronopios.

Un besito.

Emilia Fabiola Altamirano dijo...

Es increible joven peatón su forma de expresar el amor de esas hadas que cualquier mujer con cordura aborrecería pero en el fondo envidiaría. Me perdí un tiempo de aqui pero no volveré a hacerlo pues este es mi desahogo del alma. Cuidese joven Francisco. Un fuerte abrazo argentino.

•Eveelyn dijo...

Y es que me encanta tu forma de escribir.

Anónimo dijo...

Y Peaton,
ahí, sentado, en aquella banca de segunda división...

Qué esperas? ...

Policromi dijo...

No debe ser fácil ser una de esas margaritas. Veo muchas de esas hadas nocturnas en la esquina de mi calle, con los brazos caídos y los pies doloridos, pero con los labios firmes, y la cabeza alta. Me pregunto en qué pensamiento estarán centrados esas pupilas negras que parece que escudriñan el aire, a la espera de algo que siempre acaba viniendo, pero, a la vez, nunca termina de llegar.